26 de agosto de 2018

Femichulos

De lo peor que te puedes echar a la cara es un tío que vaya de feminista por pose, porque sabe que así levanta más (levantar es ligar, para lectores españoletes), o por la moda. Oye, con esto de las camisetas del Zara habrá alguno muy hipster que quiera subirse al carro para no quedarse fuera de la última tendencia.

Pero más grave que el feminista poser, a quien se huele venir a desde que abre la boca, es el aliado deconstruido que piensa que no tiene más camino por andar.

Este espécimen de femichulo te la cuela hasta que estás colada por sus huesos. Se sabe el discurso y además lo practica hasta que... ¡Zasca! Cuando has bajado la guardia y confías en que es una persona que respeta tus límites, te cuela una opresión sistémica por donde menos lo esperabas.

¿Unos ejemplos? Vamos a ello:

Persona que, en sus charlas activistas públicas usa el femenino plural genérico para referirse a participantes de géneros diversos sin importar la mayoría («Bienvenidas»), un día que está cansade pero quiere correrse igualmente se pasa por el forro de los cojones tu lenguaje corporal, llevándote a darle el orgasmo que busca y seguramente sintiéndose conforme con que por lo menos ha tratado de hacerte correrte a ti. Ignorando abiertamente la desigualdad de poder en la educación implícita en los roles de ser criades como hombres o mujeres, donde a nosotras se nos enseña a complacer. Y que decir que no a esas alturas es de calientapollas. No haciéndose responsable de este privilegio en ningún momento, con algo tan sencillo y erotizable como preguntar: "¿te apetece?" Porque en realidad no quiere dar lugar a una negación en ese momento. O simplemente fijándose en la resistencia que haces con tu cuerpo.

Más aun, está el hombre cishetero (flexible -lo que sea que signifique eso*) que alaba los beneficios del poliamor para el feminismo y viceversa en foros públicos. Sin embargo, le pones un límite sobre tu cuerpo enfocado exclusivamente en cubrir tu necesidad de auto-cuidado emocional en un momento concreto y... ¡Tachán! Se rebela contra él como si le pertenecieras. Amaga con abandonar el encuentro ahora que ya no cumple sus expectativas de contacto y encima te chantajea diciendo que oh, pobre de él, tiene que ceder siempre. Todo sin parar de insistir en continuar otras formas de contacto físico. Plagando, además, el espacio verbal de alabanza para neutralizar cualquier disonancia cognitiva que te pueda resultar de haberse ofendido por plantear límites. Mientras te impide, encima, expresar las emociones que su abandono como reacción a tu planteamiento del límite te han generado porque tienes que entender que «a veces hablarlo todo tanto, cansa». Y así, en ese estado de INVALIDACIÓN DE TODAS, ABSOLUTAMENTE TODAS TUS EMOCIONES te largas. Porque al menos eres lo suficientemente mayor como para haber aprendido a huir de espacios que, si van bien, te van a disociar y si van mal acabaran en gritos, lágrimas y golpes.

El patriarcado es omnipresente. Quien entra en una relación heterosexual, o con roles que puedan estar aprendidos como tal, está obligade a asumir sus privilegios y revisarlos constantemente.

En conclusión, solo os puedo decir que huyáis como yo de los femichulos. Que encuentros hay cientos. Que las personas somos más importantes que las relaciones. Y que te sude la figa. 
El amor más constante que vamos a tener es el amor propio. A trabajárselo y pa' la mierda quien lo infrinja.

*¿Etiqueta para hombres que no quieren leerse como bisexuales por miedo a perder su masculinidad? Da para reflexionar.

4 comentarios:

  1. Están guays tus escritos, no me he leído todos, pero si alguno , no sé cómo lo veras la verdad que no he tenido tiempo para hablarlo , y no sé hasta qué punto hay “ cuidados “como forma de que te sientas obligade a ellos, que hay que deconstruir y me parece que uno de ellos puede ser el sexo , ¿que opinas ? Al igual que hay gente que ve como cuidado las tareas comunes de la casa en una convivencia.

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    1. Gracias. Creo que los cuidados no deben ser vistos como una "obligación" individual de cada quien sobre otres sino la consecuencia lógica de una perspectiva de las relaciones como necesariamente construidas en colectivo.

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  2. Lo siento por la qualidad de mi espagnol. Pero no soy seguro que "heteroflexible" viene de la verguenza de hombres para su masculinidad sobre la palabra bisexual. Pienso yo come uno bisexual, pero porque no tengo experiencas con hombres (falta opportunidades), es possible de tener la impresion que no tengo el derecho de llamarme bisexual, respecto a los "activos" bisexuales que tengan differente y mas duras experiencas.

    No se cual rason es la muy frecuente, y hay probablemente otras.Pero es una interessante pregunta.
    (Tambien, hay muchas mujeres que llamanse heteroflexible, cual es sus rason ?)

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    1. Je crois que son raison ce la même. Elles ont peur d'être identifiées comme hommosexueles. Je crois que ont ne dois pas practiquer notre orientation sexuelle pour povoir nous identifier comme quelque chose.
      Pardon mon mauvais francais ;)

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