10 de octubre de 2019

Espacios más seguros

Allyson Mitchell and Paul Campbell Installation, Granny Square Wreck Room, Gladstone Hotel (2005)

En el activismo mencionamos con frecuencia el término espacio seguro a modo de reclamo para que las personas se sientan tranquilas y cómodas en los talleres, charlas y conversatorios. Creo que es necesaria una discusión en profundidad sobre este concepto, cuyo significado a veces asumimos sin que exista verdadero consenso al respecto.

Este texto pretende hacer un análisis completo a la par que breve. Por ello se asumen en él una serie de asuntos que son tangenciales al tema en cuestión: el conocimiento del contexto sociocultural en el que nos encontramos, una idea básica sobre el feminismo, una comprensión de la diversidad de identidades de género y orientaciones sexuales, entre otros.


Me surgen las siguientes preguntas, que abordaré una por una:
  1. ¿Qué es un espacio seguro?
  2. ¿Por qué hacer de un espacio activista un espacio seguro?
  3. ¿Cómo se accede al espacio seguro?
  4. ¿Quién garantiza la seguridad en el espacio?
  5. ¿Qué acciones y herramientas tenemos para mantener la seguridad en los espacios?
  6. ¿Qué acciones hacen que un espacio deje de ser seguro?
  7. ¿Qué opciones tenemos para reconstruir el espacio seguro?

1. ¿Qué es un espacio seguro?

Wikipedia tiene un breve artículo en inglés que concuerda con mi pensamiento. Los espacios seguros se crean con la intención de proveer entornos libres de juicios de valor a comunidades víctima de discriminación en la sociedad general. Por tanto, es fundamental distinguir entre un espacio seguro y un espacio libre de juicios de valor. El espacio seguro no es una terapia humanista, donde toda afirmación será recibida positivamente. El espacio seguro está pensado para proteger contra acciones, comentarios, opiniones e ideas que puedan potencialmente erosionar los derechos de un grupo minorizado. Es un espacio de acción afirmativa en el cual se priorizan las voces de aquellas personas que son ridiculizadas, cuestionadas y silenciadas en otros entornos.

Los espacios seguros nacen de aceptar y reconocer que los entornos normativos son insuficientes e inadecuados para atender las necesidades (sociales, legales, administrativas) de las personas minorizadas sin incurrir en revictimización.

En todo el texto empleo el término espacio seguro por brevedad, pese a entender que no existen como tal lugares 100% seguros, pues cargamos allá donde vamos todas nuestras creencias. La expresión empleada en el activismo para denominar estos espacios es, con frecuencia, más seguros.

En el poliamor es complicado crear un espacio seguro pues hablamos de una identidad atravesada por multitud de intersecciones (de raza, de género, de orientación sexual). Pero, ¿es imposible?

2. ¿Por qué hacer de un espacio activista un espacio seguro?

Sencillamente, para no tener que mantener los mismos debates de base una y otra vez cuando tratamos de elaborar en profundidad. Para no perder tiempo valioso de descubrimiento sobre la temática durante la charla, taller o conversatorio haciendo pedagogía. Porque ya conocemos el punto de vista del lado de la opresión y hemos escuchado los argumentos cientos de veces en boca de familiares, amigus, polítiques, revistas y guiones de película. 

Elaborando más, porque si el activismo existe como propuesta contra-hegemónica al del "deber ser", tiene una obligación moral en rechazar la normatividad impuesta. Como acción política.

Ya he dicho varias veces que el poliamor es activista, nos guste o no. Al menos en los espacios públicos de encuentro. Son precisamente las intersecciones que atraviesan a les participantes las que nos obligan a posicionarnos.  ¿Te imaginas un poliamor homófobo? ¡No! Dirás, el poliamor es cuir-inclusivo. ¿Puede haber un poliamor sexista? ¡Jamás, el poliamor es feminista o no es poliamor! Cuantas más intersecciones le añadimos, más difícil resulta sostener el argumento de que el poliamor es tan solo una práctica privada. En un mundo donde la norma sigue siendo la opresión cisheterosexista, un poliamor feminista y cuir inclusivo es activista. Y debe ofrecer, en sus espacios de reunión pública, seguridad para estas y otras intersecciones.

3. ¿Cómo se accede al espacio seguro?

Esencialmente, estar en un espacio seguro debería ser entendido como un privilegio otorgado por dos razones: la pertenencia a la comunidad discriminada y el compromiso a mantener seguro el espacio.

En ningún caso es un derecho universal e inalienable de les individues. Sino un privilegio condicional. ¿Condicional a qué y por qué? Depende enteramente del objetivo activista en cuestión. La opresión contra la que se desee proteger a la comunidad determinará las acciones que condicionan el acceso (más sobre esto en el punto 6). Y condicional porque, obviamente, sería mucho más complicado garantizar la seguridad del espacio sin vetar de él a quien no lo cuida.

Si no creen que el poliamor sea una identidad discriminada, echen un ojo a esto.

4. ¿Quién garantiza la seguridad de los espacios?

Aquí, contundentemente mi respuesta es todas las personas que participan de ellos. Tenemos una tendencia a la pereza, al individualismo, al egoísmo y a la difusión de la responsabilidad cuando nos encontramos en colectividad. Si todes disfrutamos del espacio, todes lo cuidamos. Sencillo.

Admito que los roles pueden ser diferentes. De nuevo, en este artículo explico las responsabilidades de los distintos perfiles en el activismo. La responsabilidad está íntimamente ligada a la seguridad. No puede haber espacios seguros si nadie se compromete a cuidarlos.

Les organizadores, voluntaries y referentes activistas por un lado y las personas participantes en las actividades, los espacios físicos y virtuales por otro son quienes deben garantizar la seguridad de los espacios.

Me parece fundamental entender que la responsabilidad colectiva es una extensión de la responsabilidad individual, no su opuesta. No se trata de elegir la autonomía frente a la subordinación. Sino de pensar, ¿cuáles son mis objetivos de seguridad? Si son los mismos que los de la comunidad, colaboraré para cumplirlos. Si no, quizá debería replantear mi pertenencia a ese grupo.

5. ¿Qué acciones y herramientas tenemos para mantener la seguridad en los espacios?

Este artículo de un compañero de Poliamor Madrid explica algunas de ellas, voy a enumerar esas junto con algunas otras de las acciones y herramientas disponibles a espacios activistas de cualquier temática.

Les organizadores, voluntaries y personas referentes del activismo pueden -en nombre de la organización colectiva que representan:
  • Crear y actualizar códigos de conducta, normas o principios rectores.
  • Llenar los espacios con gente de confianza, segregar por identidad (raza, orientación sexual o identidad de género), privatizar los espacios.
  • Realizar dinámicas grupales, talleres y charlas sobre seguridad en los espacios.
  • Modelar con el ejemplo.
  • Explicitar las necesidades de cuidado del espacio.
  • Delimitar las capacidades de la organización para proveer un espacio seguro (expresar lo que la organización no puede hacer).
  • Proveer rutas de atención, denuncia o acompañamiento claras e inclusivas* cuando el espacio ha dejado de ser seguro para alguien.
*Inclusivo, al igual que seguro, es un adjetivo que se refiere a la acción afirmativa en beneficio de grupos minorizados discriminados. No a favor de absolutamente todes, ya que eso generalmente beneficia a las identidades opresoras debido a prejuicios sistémicos.

Les participantes de los espacios, ya sean físicos o virtuales, pueden:
  • Conocer sus límites personales de seguridad.
  • Expresar cuando esos límites se han traspasado.
  • Aprender sobre el tema y las opresiones que lo atraviesan.
  • Saber sobre los códigos de conducta, normas o principios rectores del espacio.
  • Informar si se incumplen los códigos de conducta, normas o principios rectores.
  • Preguntar si creen que se traspasan los límites de seguridad de alguien más.
  • Buscar rutas de atención, denuncia o acompañamiento para restablecer el espacio seguro.

6. ¿Qué acciones hacen que un espacio deje de ser seguro?

Antes de escribir este artículo he leído sobre las políticas de espacios seguros en Nueva York, Londres, y Madrid. He consultado con personas que lideran comunidades poliamor en Paris. También he encontrado un maravilloso texto de Berlín al respecto. Pese a tener fines activistas ligeramente diferentes (en unos casos, ofrecer talleres sexo-positivos donde explorar la práctica erótica; en otros proveer entornos libres de prejuicio a la comunidad poliamor en los que dialogar sobre la vivencia en relaciones no exclusivas), afirmaré que las comunidades activistas encuentran la ruptura del espacio seguro en un mismo lugar

Un espacio deja de ser seguro cuando se traspasan los límites de una o varias de las persona que hacen parte de él sin su consentimiento, especialmente si son límites relacionados con los objetivos colectivos de seguridad. Vamos poco a poco.
  • Se transgreden los límites de alguien. Una o varias personas, desde su experiencia subjetiva -porque no puede ser de otra forma- reconocen y comunican que los límites respecto a sus necesidades de seguridad se han cruzado.
    Por ejemplo: Yo necesito estar en un espacio libre de sexismo para hablar abiertamente de poliamor y alguien ha hecho un comentario machista. Expreso esto al grupo.
  • Se desconoce, ignora o viola su consentimiento. Esto puede parecer redundante, pero no lo es. Mucho menos en comunidades que juegan con actividades y temáticas no normativas.
    Por ejemplo: Yo necesito estar en un espacio que me garantice privacidad o discreción sobre mi orientación relacional. Si alguien toma una fotografía en la que aparece mi rostro sin preguntar, tal vez lo haga por desconocimiento de mi límite. Si se han hecho públicas unas normas sobre no tomar fotografías, está actuando de manera ignorante al "hacer como que no se entera". Más, si pido claramente que no me saque en su foto y aun así lo hace, está violando mi consentimiento.
  • El límite que se transgrede está relacionado con los objetivos comunitarios. Los espacios seguros se crean con el objetivo de proteger a uno o varios grupos contra las opresiones sistémicas del entorno. Por tanto, es razonable que no se atiendan igual todos los límites cruzados.
    Por ejemplo: Si en un grupo poliamor se traspasa el límite de seguridad de una persona respecto a su propiedad privada (un robo de celular), es posible que se realicen algunas acciones y se cuestione la confianza en la comunidad. Sin embargo, no se iniciarán rutas de acción.

Sobre la temporalidad y el lugar de la acción

Las comunidades activistas suelen considerar como acciones que infringen el espacio seguro aquellas que suceden primordialmente durante las actividades y en los espacios -físicos o virtuales- compartidos por la comunidad.

Sin embargo, varias comunidades activistas mezclan el trabajo por la causa con las relaciones afectivas (BDSM, poliamor). Por ello, resulta cada vez más urgente valorar la necesidad de evaluar colectivamente los comportamientos y acciones de les individues que participan con regularidad en los espacios seguros; aunque se ejerzan fuera de ellos.

Por ejemplo: Yo soy amiga de una persona negra, quien me invita a compartir talleres sobre la salud mental afro. Yo le acompaño y acato las normas perfectamente; pero una tarde hablando del tema me salen los prejuicios y, siendo neuroatípica también, realizo comentarios racistas -de los que, quién sabe, ni me doy cuenta porque no es mi opresión. ¿Tiene que continuar compartiendo conmigo ese espacio cuando mi presencia lo vulnera? No. Un espacio seguro diseñado para varias opresiones que interseccionan buscará proteger el mayor número posible de ellas.

Hemos visto, además, demasiados casos en los que se emplean los espacios activistas y supuestamente seguros como cotos de caza para atrapar personas a las violentar límites en la intimidad. La dinámica intrínseca de algunos tipos de opresión sistémica (como la violencia de género) hace que sea imprescindible trascender las barreras de lo público si queremos construir comunidades verdaderamente seguras para quienes participan regularmente.

7. ¿Qué opciones tenemos para reconstruir el espacio seguro?

De todos los textos mencionados arriba, se pueden extrapolar algunas ideas. Primero, aclarar que aquí estamos hablando de teorías de la justicia. En términos muy simples, qué le corresponde a quién para que la sociedad sea justa. El objetivo del espacio seguro es crear condiciones más justas que las habituales. Nuestra reflexión a la hora de reconstruir un espacio seguro girará entonces en torno a cómo devolver ese equilibrio que se ha perdido mediante las acciones ya comentadas.

Desde un enfoque restaurativo o reparador hasta una visión correctiva e incluso retributiva, las opciones para reconstruir el espacio seguro son las siguientes:
  • Mediación entre las partes por un comité imparcial, compuesto por integrantes de la organización o -si es necesario debido a un conflicto de intereses- por un ente externo.
  • Ofrecimiento de perdón, disculpas (verbalmente o por escrito).
  • Aceptación de responsabilidad.
  • Compromiso de no repetición.
  • Garantía de realizar acciones formativas o terapéuticas relacionadas con el límite transgredido.
  • Acceso a información sobre la presencia en los espacios de la persona que ha transgredido el límite, para la persona que ha sufrido el daño y para la comunidad.
  • Talleres, charlas y conversatorios sobre seguridad para la comunidad.
  • Vetos al espacio: específicos (para actividades o roles concretos), temporales, indefinidos (hasta la petición de revisión por parte de la persona vetada).

En conclusión...

Todos estos conceptos se podrían desarrollar muchísimo más. Este escrito pretende ser un resumen y punto de referencia de las ideas que manejan actualmente las comunidades activistas poliamor y sexo-positivas sobre los espacios seguros. La tradición oral y las barreras del idioma a veces nos hacen perder de vista lo rica que es nuestra experiencia en soluciones para problemas, lamentablemente, más comunes de lo que nos gustaría.

La búsqueda de un balance entre límites y necesidades personales, colectivas y la expresión del deseo y la autonomía puede parecer compleja. Pero realmente no lo es. Hay líneas rojas muy claras y fáciles de identificar en lo que respecta a raza, capacidad, género o diversidad sexual que no se deben cruzar en el activismo. No caigamos en la pereza de no hacer nada porque es difícil encontrar el camino correcto.

Gracias a todas las personas que me orientaron en la búsqueda de información.

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