18 de diciembre de 2016

Gallinas y fachas

Parchar (pasar tiempo, quedar, salir) con españoles en Colombia tiene sus ventajas y sus desventajas.

Una de las ventajas es que te puedes pegar una fiesta nostálgica rollo remember comiendo queso, ensaladilla rusa y turrón cantando en el karaoke canciones de Raphael y Pimpinela. Suena moñas pero en el momento te ríes.
Otra ventaja es que compartes el acento, y por unos breves momentos no sientes la presión de ser una minoría en tierras lejanas. Suena a cuento, pero cuántos poemas no se han escrito sobre el exilio, la añoranza del hogar o cómo la migración económica es también forzosa.

Una de las desventajas es que la gente que viene no siempre hace el ejercicio de abrir un poco su mente antes de llegar.
Así, una puede descubrir maravillas durante el karaoke como que existe una categoría literal en Youtube llamada "música plancha" donde puedes encontrar "lo mejor de la música para planchar"; un amplio repertorio de canciones de amor. Que no digo yo que ponga nada en el enlace, ni las canciones den a entender que solo lo puedan escuchar mujeres; pero la categoría rechina.

Así, se les explicó el proceso de ligar a dos de las mujeres presentes, hablando de otro que no se encontraba allí y no se había decidido por ninguna de ambas como: Cuando un hombre ve a una mujer es como cuando un zorro entra en un gallinero, las gallinas os ponéis a corretear como locas y claro, en la confusión el zorro se queda quieto. ¡Las gallinas os tenéis que quedar quietas! A lo que el amigo responde: Gallina quieta va pa' caldo.

Finalmente, y en un tema NADA relacionado con el feminismo -o sí, porque los tradicionalismo suelen ir unidos-, os cuento del españolete patriota. Este es el personaje que cruza los mares, es acogido por esta amable cultura, ofrecido cientos de oportunidades que jamás tendría en España, logra hacer una fortuna a costa de ello y a pesar de todo trata a la gente de tercermundista, brutos, ignorantes y cualquier otra cosa que en ese momento se le cruce el magín. Puede ser reconocido por su salvapantallas de la bandera española en el móvil. Cree que el PP no es malo, que los ladrones son solo unos pocos pero no es culpa del partido. Afirma que no deben entrar refugiados en España porque el 95% son terroristas, que la inmigración (y los jóvenes que piensan como yo) están llevando el país a la ruina. Y olé.
Mientras te dice todo esto, te llama cielo e intenta cogerte sin cesar de la cintura.
La ironía del conjunto escapa su diminuta mente.

A TOMAR POR CULO.

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